4 de marzo de 2015

Montes Neiro, exculpado del robo de joyas en El Corte Inglés de Puerto Banús

Los atracadores que se hicieron con el botín aceptan su implicación y se conforman con penas de entre cuatro y 8,5 años de cárcel
«Soy inocente», gritaba hace ya dos años cuando bajaba esposado del furgón policial que le trasladó a los juzgados de Marbella después de haber sido detenido en relación al robo millonario de joyas que se había producido unos meses antes en El Corte Inglés de Puerto Banús. Miguel Montes Neiro, conocido como el preso más antiguo de España por haber pasado 36 años de su vida tras las rejas, defendía entonces que no había participado de ninguna manera en los hechos, algo que fue finalmente corroborado ayer con la retirada de las acusaciones que le señalaban como presunto autor de un delito de receptación.
Fue durante el juicio que se celebró por el robo en el centro comercial, que pasará a la historia por ser uno de los que cuentan con uno de los botines más altos: 4,7 millones de euros en joyas y relojes. Montes Neiro llegaba «tranquilo» a la Ciudad de la Justicia, acompañado por su abogados y sus hermanas, que siempre han estado a su lado desde que fue arrestado.
Tras el robo en el centro comercial, los asaltantes debían colocar las más de 500 piezas sustraídas, y ahí es dónde se acusó a Montes Neiro de haber entrado en escena. La investigación policial apuntó que habrían contado con él para establecer una red de contactos de receptadores.
Pero esta acusación no duró mucho. Al menos por parte de la Fiscalía, que archivó la causa contra Montes Neiro. En cambio, los abogados de una de las joyerías afectadas por el robo y dos aseguradoras decidieron llevarle a juicio por un supuesto delito de receptación, ya que mantenían que había participado tras el golpe para darle salida al millonario botín.
Esta acusación se retiró ayer. Tanto los letrados de la joyería como los de las aseguradoras, que pedían para él penas de entre 12 y 16 meses de prisión, admitieron que Montes Neiro no participó en el robo y le exculparon de los cargos que le imputaban.
Tras pedirle que se pusiera en pie, el presidente de la sala le dijo que se marchase, ya que no estaba acusado. Tras él salieron sus familiares, con los que bromeaba diciendo que se iba a ir a El Corte Inglés de Puerto Banús.
A las puertas de la Ciudad de la Justicia, en la que aseguró no creer; Montes Neiro anunció que pedirá una indemnización por los perjuicios que ha sufrido estos dos últimos años al verse inmerso en este procedimiento. «Mi hija ha tenido que abandonar los estudios y nos hemos tenido que mudar a Granada», apuntó.
Montes Neiro no fue el único en acudir a juicio ayer por el robo de joyas de El Corte Inglés. Junto a él se encontraban los otros ocho procesados en este caso, entre los que estaban los cuatro principales acusados por el asalto al centro comercial.
Son los tres atracadores que entraron en el establecimiento haciéndose pasar por obreros y el vigilante de seguridad que estaba compinchado con ellos. Todos aceptaron su participación en los hechos, después de que sus abogados llegasen a un acuerdo con las otras partes.
Se les retiraron los cargos de detención ilegal, por lo que finalmente se acordaron para ellos penas de entre cuatro y ocho años y medio de prisión. Son unas condenas mucho más bajas de las que pedía en un primer momento la Fiscalía, que oscilaban entre 41 y 34 años de cárcel.
El resto de procesados estaban acusados de supuestos delitos de receptación. En el acuerdo alcanzado, se ha exculpado, al igual que a Montes Neiro, a uno de ellos, y se han establecido penas de entre seis y doce meses de prisión para los otros.
Es el final de un robo de película, en el que los atracadores se hicieron pasar por trabajadores para entrar. Ya en el interior del establecimiento, encañonaron al responsable y a otros dos miembros de seguridad, a los que exigieron las llaves de los mostradores de joyas y los discos duros donde se graban las imágenes de las cámaras de vigilancia.
Cubiertos con pasamontañas, maniataron y taparon la cabeza a los vigilantes y a otros tres trabajadores que estaban realizando obras en El Corte Inglés. Tras ello, forzaron los mostradores y se apoderaron de más de 4,7 millones de euros en joyas y relojes.