14 de octubre de 2015

Un vigilante del metro admite que golpeó a un viajero tras morderle

El supervisor explica a la juez que utilizó su defensa para responder al ataque del joven de 20 años de edad
Dos vigilantes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) declararon ayer como imputados por agredir a un viajero el pasado mes de mayo. Los hechos ocurrieron en la parada de Garbí, en la línea 4 de Metrovalencia. La difusión de un vídeo del incidente generó una gran polémica por la actuación del personal de seguridad. La empresa decidió apartar del servicio a los dos profesionales.
Los agentes acudieron a la Ciudad de la Justicia. La versión de ambos coincide en que llamaron la atención al joven porque se dirigía hacia el tranvía con los pantalones a la altura de los tobillos. Caminaba como un pingüino, detalló uno de los imputados. El declarante aseguró que le pidieron una decena de veces que se bajara del vagón, que no podía estar allí en esas condiciones. Llegaron a sacarlo del habitáculo, pero el joven volvió a entrar. Fue en ese momento cuando se produjo la agresión. El pasajero se agarró a una barra de seguridad. Comenzó entonces un forcejeo y el usuario de la línea le mordió, según su versión. Tras esto, el vigilante admitió que sacó la defensa y le golpeó en varias ocasiones. Se justificó en que fue una forma de defenderse ante la agresión del joven. El resto de viajeros recriminaron la actitud de los vigilantes. En el vídeo se escucha cómo le dicen que el joven, de 20 años, no había hecho nada.
Los agentes aseguraron que el metro estuvo parado unos 40 minutos hasta que llegó la Policía y se pudo restablecer el servicio. Los dos miembros de la seguridad insistieron en que el joven llevaba los vaqueros por los tobillos incluso dentro del tranvía, aunque esto no parece apreciarse en las imágenes que se difundieron a raíz del incidente.
El otro de los imputados añadió que la víctima se dirigió en todo momento de malas maneras y sin querer atender las indicaciones de los responsables de la seguridad. Además, relató otro episodio de resistencia, cuando el joven se abrazó al marco de la puerta para impedir que lo sacaran del convoy.  

No vio la agresión
El pasajero únicamente salió del vehículo cuando uno de los vigilantes cogió una de sus maletas y la dejó en el andén. Pero, de nuevo, logró ingresar en el tranvía. Aclaró que no vio si su compañero golpeó al pasajero una o varias veces porque justo en ese momento estaba llamando por la emisora para pedir refuerzos.
Cuando FGV tuvo conocimiento de estos hechos, pidió a la empresa que se encarga de la seguridad que retirara del servicio a los dos vigilantes. Decidió abrir una investigación con los testimonios del maquinista y de la Policía Autonómica, entre otros. Este expediente se sigue al margen de la investigación judicial.