28 de julio de 2016

Dejar la casa en verano a salvo de los ladrones...

Los ladrones prefieren las grandes ciudades para robar en verano.
Las alarmas se lo ponen difícil y los seguros minimizan los daños, pero en España hay poco interés por tenerlos.

Se imagina llegar a casa después de las vacaciones y encontrar todo revuelto y que le faltan objetos de valor? Una experiencia desagradable para cualquiera, pero que sucede en todos los puntos de la geografía española, especialmente en meses como los de ahora, donde una gran mayoría nos ausentamos de nuestra vivienda habitual por unos días para disfrutar del descanso estival. Los robos en las viviendas son acciones perdurables en el tiempo. Pero hay épocas, como los peores años de la crisis, donde se incrementan. 
Según datos del Ministerio del Interior, en 2015 se cometieron más de 113.000 robos en domicilios con fuerza. Esta cifra supone un 6% menos que en 2014, pero aún está por encima de 2010. Las comunidades donde más actuaron los cacos fueron, por este orden, Cataluña, Valencia y Madrid. 
Los datos disponibles de 2016 referentes al primer trimestre, que incluyen la Semana Santa, no son nada halagüeñas, ya que los saqueos se han incrementado un 7,7% con respecto al mismo periodo de 2015. «Cuando hay más sensación de inseguridad en periodos de crisis se piensa más en protección. Desgraciadamente, hay una demanda importante para la instalación de alarmas de clientes que ya han sufrido algún robo», explica para MiBolsillo Israel Casaseca, director comercial de Prosegur en España. 
Casaseca reconoce que en los meses de verano es cuando se registra más «movimiento» en cuanto a la solicitud de alarmas para vivienda. Y señala, en ese sentido, «la premura» que existe para montarlas. Las ventas de Prosegur en alarmas aumentaron hasta los 209 millones de euros en 2015, un 15% más que en 2014, y hasta marzo ya se han alcanzado las 450.000 conexiones. «Cada vez hay más cultura por parte de la sociedad en el sentido de preservar el hogar. Además, la tecnología está permitiendo desarrollar productos cada vez más sofisticados», apunta Casaseca. 
Desde Securitas Direct explican algunos de los métodos más complejos que emplean los cacos en la actualidad. Entre las últimas novedades, están los inhibidores de frecuencia para bloquear las alarmas de seguridad; las cámaras endoscópicas que atraviesan la mirilla para ver si hay alguien en casa; potentes imanes que hacen girar la llave en caso de que esté puesta por dentro; taladros en la ventana para introducir un alambre y hacer girar la manivela o el sistema de apertura, y la introducción de una llave maestra en el bombín de la cerradura para romperlo.
291 millones de euros pagaron las aseguradoras por robos cometidos 
en las viviendas en 2014, según datos de Unespa
Mientras, los sistemas más habituales de los españoles para proteger su domicilio son la instalación de puertas blindadas, de rejas en ventanas o puertas de acceso, alarmas, cámaras de vigilancia y perros. Otras medidas extraordinarias que se suelen llevar a cabo es el cierre de la toma de agua y gas, la petición a un vecino o familiar de que pase por casa a dar una vuelta y recoger el correo y dejar alguna persiana subida.
Securitas Direct propone otra serie de actuaciones que ayudarían a rebajar el robo en domicilios como sería «endurecer la ley contra los ladrones», «acelerar los procesos legales contra los delincuentes» y «aumentar los medios de la policía en zonas turísticas». 
El tipo de vivienda favorito de los ladrones es la casa individual, y después los pisos y los chalés pareados o adosados. «Dos de cada tres robos se producen de noche. Los lunes, entre las tres y las cuatro de la madrugada son los días y las horas preferidas por los ladrones para robar en verano», aseguran en Securitas Direct con la obtención de datos de sus centrales registrados entre 2012 y 2015.
A pesar de que cada vez hay más conciencia sobre la protección de la vivienda, 8,4 millones de hogares carecen de cualquier medida de seguridad, según un informe elaborado por la División de Hogar de Línea Directa a finales de 2015; esta cuantía supone un tercio sobre el total. 
Además, el 23% de los encuestados para el estudio reconocieron que esconden los objetos de valor en sitios tan peculiares como el colchón, el frigorífico, la cisterna del baño o detrás de los armarios.
Los seguros del hogar son otra de las herramientas con las que cuenta el dueño del inmueble para paliar los daños ocasionados ante un atraco. En este sentido, cabe destacar que casi la mitad de las víctimas que han sufrido un incidente de este tipo en sus hogares no tenía contratado en el momento del suceso ningún tipo de cobertura. 
En el mercado español existe un amplio abanico de seguros para el hogar y las compañías ofrecen distintas posibilidades de contratarlo; desde el más básico al más completo. Pero más de 10 millones de propietarios desconocen la cantidad por la que tienen aseguradas sus viviendas y 13 millones ignoran sus coberturas. A esto se suman otros 3 millones que ni siquiera saben cuál es su compañía de seguros actual, de acuerdo con el estudio realizado por Linea Directa Aseguradora.
La cobertura para el hogar incluye dos partes: el continente, lo que es la vivienda en sí misma y protege posibles daños en estructura, techo, paredes, suelo, etc., y el contenido, que se refiere a lo que hay dentro de la misma, como los muebles u otros bienes. «Si entran a robar en casa, el seguro cubrirá los daños que causen los ladrones en la puerta u otras partes de la vivienda, pero también los objetos y bienes que sean sustraídos. Si solo se adquiere el seguro del continente saldrá más barato, pero es recomendable tener cubierto el contenido», comentan en Rastreator.com
La tendencia de los españoles es la de asegurar por debajo del valor real. Según Línea Directa, se hace por un importe medio de 107.000 euros, mientras que el real ronda los 142.000 euros, lo que supone que en caso de un siniestro grave la compañía abonaría los 107.000 euros, causando una pérdida de 35.000 euros. 
Las aseguradoras desembolsaron un total de 291 millones de euros en 2014 por robos en los hogares, según la memoria anual de 2015 de Unespa. La indemnización más cara fue de 300.000 euros, y la más barata, de 549 euros. Las sustracciones más habituales son joyas, efectivo y dispositivos tecnológicos. Ya sabe; toda cautela es poca para un regreso feliz de las vacaciones. Más vale prevenir que... afrontar un robo.
Recomendaciones del Gobierno 
El Ministerio del Interior ha elaborado una lista con una serie de recomendaciones básicas a fin de evitar un robo en la vivienda. En primer lugar, aconseja que se cierren bien puertas y ventanas. Después, intentar que la casa parezca que está habitada; pedir a un vecino que recoja la correspondencia; no dejar a la vista dinero u objetos de valor; evitar comentar las vacaciones en redes sociales, y si al llegar se sospecha de robo, avisar a la policía, y si se topa con los cacos, no hacer frente.