2 de noviembre de 2016

Rafael Amargo se lía a golpes con un vigilante de seguridad

El bailaor acudió este viernes al teatro Isabel la Católica de Granada y protagonizó una violenta pelea cuando el guardia de seguridad no le dejó acceder al recinto. Al parecer, Rafael Amargo no figuraba en la lista de invitados, pero él la emprendió a golpes con el funcionario. 
El artista acudió el pasado viernes 28 de octubre al teatro Isabel la Católica de Granada para recoger el premio de Turismo de la provincia y presentar Eclectic, su nuevo espectáculo. Pero días antes, las circunstancias no eran tan felices. Tal como ha contado Antonio Rossi en El Programa de Ana Rosa, Rafael Amargo acudió unos días antes al teatro para visitar a unos amigos. Al querer acceder, el vigilante de seguridad le informó de que no constaba en la lista de invitados y comenzó una gran discusión entre ellos.
Al parecer, el funcionario usó un "tono despectivo" que llevó a Rafael a pasar de los gritos a las manos. Ante la situación, el vigilante de seguridad huyó para encerrarse en un camerino, hasta donde lo siguió Rafael, que le amenazó mientras pateaba la puerta. Varias personas intentaron calmar a Rafael Amargo y finalmente llamaron a la policía. 
Finalmente, el funcionario tuvo que ir al hospital, donde diagnosticaron varias lesiones fruto de la pelea, y actualmente se encuentra de baja médica. El teatro no quiere hacer ningún tipo de declaración, por lo que se desconocen más detalles.
Lo curioso de esta historia es que, tal y como ha afirmado Antonio Rossi en El Programa de Ana Rosa, el padre del bailaor le acompañaba en todo momento durante la pelea e incluso fue el objetivo de los peores insultos del vigilante. Sin embargo, hace sólo un día que Amargo anunció en las redes sociales que su padre había desperdo de un coma: "Mi Papá, una de las personas a las que más debo todo... Es un tío 'mu grande'. Tener un padre y que sea así como es él de entregao y puro, es de yo tener una suerte infinita. Que se despierte del coma, abra el ojo, me vea y me diga... 'Hijo, no te preocupes, que hasta que yo no te vea feliz, yo no me muero'. Eso no tiene más explicación".