11 de enero de 2018

Impide a tiros un robo por alunizaje en El Corte Inglés de San Juan

La furgoneta empleada para el atraco había sido robada horas antes en el barrio de Nueva Sevilla Los hechos ocurrieron de madrugada y no hubo daños personales
Varios disparos disuasorios abortaron el atraco. Un vigilante de seguridad del centro comercial de El Corte Inglés de San Juan de Aznalfarache ha impedido este miércoles que un grupo de atracadores que había logrado colarse en su interior de madrugada mediante la técnica del alunizaje pudiera llevarse un extraordinario botín de productos electrónicos, cámaras fotográficas y ordenadores.
Los hechos sucedieron en torno a las dos y media de la madrugada cuando los ladrones, al parecer en número de seis y encapuchados, empotraron un vehículo, una furgoneta Nissan Vanette de color verde, contra uno de las puertas situadas junto al estacionamiento en superficie del complejo comercial, la más cercana a la cafetería y la agencia de viajes, y justo donde se localizan los terminales de venta de móviles, cámaras fotográficas y ordenadores.
El estruendo causado por el alunizaje hizo saltar las alarmas y provocó de inmediato la reacción de los vigilantes de seguridad del complejo, que a través de un circuito interno con cámaras de videovigilancia habían presenciado la violenta irrupción del coche en el área comercial. Uno de los integrantes del servicio de seguridad desenfundó su arma y realizó varios disparos intimidatorios al aire. Al verse sorprendidos, la banda de aluniceros salió huyendo inmediatamente del centro por el mismo hueco por el que habían entrado. Fuera del centro, en una gasolinera cercana, les esperaba otro vehículo en el que emprendieron la huida y que, al parecer, había sido robado en Sevilla capital horas antes.
Fuentes de El Corte Inglés aseguran que, gracias a la rápida reacción de los vigilantes de seguridad, los ladrones no pudieron apropiarse de ningún botín, por lo que sólo se han producido daños materiales en la puerta de acceso que utilizaron los aluniceros, tanto en las cristaleras como en la persiana metálica que blindan esta entrada. Para empotrar la furgoneta contra esta puerta con la suficiente fuerza como para destrozarla, los ladrones tuvieron que acceder a una plaza peatonal y pegar un volantazo ya que justo delante de la puerta, a apenas unos metros, hay una zona de juegos infantiles. Además, para acceder al interior del perímetro de seguridad del complejo, que se cierra por la noche, los asaltantes forzaron una cancela con candado que hay debajo del puente de San Juan.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron tres patrulleros de la Policía Nacional y la Policía Científica, que durante unas horas estuvieron tratando de localizar huellas o vestigios que puedan aclarar quiénes son los autores de este intento de robo. La Policía investiga tanto las cámaras de seguridad del centro comercial como varios objetos que los ladrones perdieron en un escampado durante la huida.
Aunque durante la primera hora de apertura al público el estacionamiento en superficie permaneció vedado para los clientes –los coches fueron desviados a otra zona–, el centro comercial recuperó pronto la normalidad y la cafetería situada junto al acceso funcionó desde primera hora de la mañana dispensando desayunos.

Furgoneta robada
La furgoneta con la que los ladrones perpetraron el alunizaje había sido robada horas antes en la localidad de Castilleja de la Cuesta, concretamente en el barrio de Nueva Sevilla, donde vive su propietario. Pepe, que así se llama el dueño de la furgoneta, recibió a las cuatro de la mañana, a través de su hija, la llamada de la Policía Nacional avisándole de que su vehículo había sido utilizado en un intento de robo en el cercano centro comercial de El Corte Inglés de San Juan de Aznalfarache. Según relata el dueño del vehículo, él había dejado aparcada su Nissan Vanette la noche anterior ante la puerta de la cafetería Buen Ambiente, justo enfrente del Mercadona situado en esta zona de Nueva Sevilla. Cristalero autonómo, Pepe pasó por el lugar de los hechos a hacerse cargo de su furgoneta y montarla en una grúa, lamentándose de que los ladrones se hayan «cargado» su «herramienta de trabajo».